Vienen muy bien para una cumpleaños infantil o para una comida informal. Segura estoy que si lo pruebas querrás repetir. En casa probaron uno y si no los paro terminan con el plato entero. No me voy a extender más y vamos con la preparación del plato.
Ingredientes:
-1 pechuga de pollo de 250g a 300g
-210 ml. de leche
-2 dientes de ajo
-2 clavos molido
-1 pellizco de nuez moscada
-1/2 cucharita de jengibre molido
-15 ml de salsa de soja
-sal y pimienta
-aceite para freir
Para rebosar
-1 huevo
-Pan rallado crujiente o panko
Preparación:
Lo primero que haremos es cortar las pechugas de pollo en trozos irregulares y los ponemos en una ondilla. Pelamos los dientes de ajos y los machacamos en un mortero junto con los clavo y un poquito de sal. Le añadimos la salsa de soja, el jengibre y la nuez moscada. Removemos bien y con esta mezcla embadurnamos los trozos de pollo. Si lo hacemos con la manos mejor, se impregnará mejor toda la carne. Salpimentamos y por último le añadimos la leche, removemos con una cuchara de palo y dejamos a temperatura ambiente, tapado con un papel film, como mínimo media hora en maceración.
Pasado el tiempo de maceración, batiremos el huevo ligeramente en un plato y en otro plato pondremos el pan rallado crujiente. Vamos sacando los trozos de pollo de la maceración, escurrimos de la mezcla y lo pasamos por el huevo batido, para luego acabar con el pan crujiente. Al poner el pan apretaremos un poco sobre el pollo varias veces.
Ponemos abundante aceite en una sartén y esperamos a que caliente ligeramente. Una vez caliente vamos introduciendo los trocitos de pollos. Los dejamos freír como dos minutos por cada lado o hasta que veamos que empieza a adquirir un color dorado. Retiramos los bocados de pollo de la sartén y los vamos colocando sobre un papel secante ó servilleta, para quitar el exceso de grasa.
Y ahora podemos degustarlos bien con una ensalada o bien como picoteo entre amigos.
Pasado el tiempo de maceración, batiremos el huevo ligeramente en un plato y en otro plato pondremos el pan rallado crujiente. Vamos sacando los trozos de pollo de la maceración, escurrimos de la mezcla y lo pasamos por el huevo batido, para luego acabar con el pan crujiente. Al poner el pan apretaremos un poco sobre el pollo varias veces.
Ponemos abundante aceite en una sartén y esperamos a que caliente ligeramente. Una vez caliente vamos introduciendo los trocitos de pollos. Los dejamos freír como dos minutos por cada lado o hasta que veamos que empieza a adquirir un color dorado. Retiramos los bocados de pollo de la sartén y los vamos colocando sobre un papel secante ó servilleta, para quitar el exceso de grasa.
Y ahora podemos degustarlos bien con una ensalada o bien como picoteo entre amigos.
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